Otoño, otoño …

Sentado a píe de mi ventana, a escasos metros del embalse,  entre pinos y encinas, en una mañana de otoño embriagda por la brisa atlántica procedente del noroeste, mirando dirección Portugal, miro el contorno del valle, las lineas que forman el horizonte, el cielo gris y las estribaciiones de las montañas del norte. Abajo las tranquilas aguas del embalse. los peces (desconozco sus nombres) surcando por estas aguas. Todo ello impresiona, la quietud de la mañana, rota por el sonido del viento. Observando, de en vez en cuando las curiosas formaciones de nubes en el gris-azulado cielo, donde podria volar la imaginacióm de cualquier figura onirica o imaginaria que se preciaria a salir al encuentro de la mente, escuchando la embriagadora y sombría música de estilo neogótico de Evanescene, que curiosamente, a mi me alegra la mañana con su música. Acabando el comtemplar de tal cuadro de la naturaleza con una buena ración de tostada de aceite y miel, dicen que es el desayuno de los dioses, pero tan simple manjar llena de fuerza y vitalidad es tan sublime que uno se cree en las nubes. Y como dijo una vez George Sand:  «el otoño es un andante melancólico y gracioso que prepara admirablemente el solemne adagio del invierno». Otoño. Bendito otoño…

2 respuestas to “Otoño, otoño …”

  1. Me gusta 😉
    Para mí, la mejor estación del año es otoño: empieza el frío (excepto este año…), llueve, apetece tomarse un café, un té o un chocolate calentito, los naranjas, rojos y marrones abundan… Y si ya estamos en un paraje como e que describes, mejor que mejor.
    Un beso

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